Después de la entrada del autor Robert Morris y de la última
entrada del parque Illa das esculturas, vamos a tratar y a explicar el tema de
los laberintos en sus obras, ya que hemos encontrado varias obras en las que se
centra solo en este tema.
Utiliza este recurso del laberinto para hacer reflexionar
sobre el tiempo, la memoria, la experiencia perceptiva y el movimiento al
espectador como sujeto activo que recorre su obra, como una vivencia real del
tiempo, de los sonidos, de los sentidos y de la propia autoconciencia.
Un trayecto que el espectador recorre según el deseo del
creador. Que en este caso pretende que el espectador se adentre hacia lo
desconocido, se pierda en la obra, se encuentre y encuentre la salida. Podemos
apreciar en las imágenes que solo tiene una entrada y por lo tanto es la misma
salida.
"Laberinto de la Fattoria di Celle". Santomato di Pistoia, Italia, 1982
Por ejemplo, en el caso del “laberinto de Pontevedra“ tiene unos dos
metros de altura y al ser bastante estrecho provoca en la persona que lo
recorre una sensación agobiante que le hace desear llegar cuando antes al
centro. Cuando al fin consigue llegar, después vuelve a aparecer esa sensación
de agobio hasta la salida del laberinto.
"Laberinto de Mogor" (San Xurxo do
Monte, Marín, Pontevedra)
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