Antecedentes.
Este
movimiento apareció en el país en 1971, invocado por la vanguardia del arte
conceptual catalán.
Cuando el movimiento apareció en Norteamérica, aquí, en España trabajaban escultores como Oteiza o Chillida, que trabajaban la escultura a favor de la geometría y lo abstracto. Estos dos escultores investigan y experimentan sobre el espacio de la escultura y el espacio en donde ubican sus trabajos. Tras las obras de ambos entra el movimiento en el país, con unos años de retraso respecto al resto de países y en clandestinidad, ya que bajo la dictadura de Franco eran muchos los movimientos prohibidos, y, como consecuencia de su situación político-social de aislamiento España tuvo una escasa o nula trascendencia en lo que a desarrollo internacional de esta tendencia se refiere.
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