Todas las intervenciones que hacía Manrique en
Urbanismo o Arquitectura, incluían casi siempre elementos escultóricos. Estas
esculturas no tenían un "lenguaje personal" ya que los pensaba de
acuerdo en el medio en que iban a ser instalados. Cada una de sus obras escultóricas
tienen una personalidad diferente, era la ocasión y el lugar los que
condicionaban sus formas expresivas. Recurría a la utilización de aquellos
materiales que le parecían más convenientes que denominaba el "objeto
encontrado" uno de los elementos empleados en sus esculturas, con la
reordenación de restos de naufragios (maderas y metales) arrojados por las olas
a la playa. El mar y el objeto encontrado en él le darían la idea para la
construcción de su obra escultórica más importante: Fecundidad (1968), "monumento al campesino de Lanzarote",(primera imagen de la entrada de sus obras) de 15 metros de altura, formado por la unión de los depósitos de agua de las
barcas de pesca de distintos tamaños y posiciones. Unas líneas rectas y curvas
cuyas variantes dan lugar a una estructura abstracta pintada de blanco y
elevada sobre una plataforma de rocas. La función simbólica del agua: elemento
cuya escasez ha hecho tan penoso y miserable el trabajo del agricultor. La
gesta heroica del campesino de Lanzarote capaz de fecundar con su esfuerzo y tesón una tierra seca.
Una parte importante de la escultura
de César Manrique la constituyen los móviles, Juguetes de viento.
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